El Poder Judicial ( incluyo el Tribunal Constitucional ) debería caracterizarse por su naturaleza , extríctamente , jurídica y cuando se habla de " politización de la justicia " no se está afirmando que los miembros de los órganos judiciales tengan unas u otras ideas políticas o que impartan justicia mediatizados por ideología alguna ( O...¿ si ? )
Cuando se habla de "politización de la justicia " nos referimos a las injerencias del Poder Ejecutivo o de partidos políticos en todo o en parte de lo que debería ser exclusiva competencia del Poder Judicial . Unas injerencias que causan disfunciones en el comportamiento de los jueces que , humanos son , a lo peor acarician espectativas de ser favorecidos en su carrera jydcial o política .
Al respecto , recordemos el " caso " Dívar . Un caso que podría servir como botón de muestra de la politización de la justícia : un Presidente del Gobierno , cuyas funciones son las de vigilar y dirigir la accioón del Poder Ejecutivo , se autoarroga la potestad que , constitucionálmente , le corresponde al Organo de Gobierno del Poder Judicial .
Actualmente estamos presenciando el esperpento de unos Organos " caducados " y el mamoneo que se traen el Gobierno y la "oposición " al respecto .
El Tribunal Constitucional no forma parte del Poder Judicial pero desarrolla unas funciones jurisdiccio nales de suma importancia : de vigilancia del cumplimiento , en letra y espíritu , de la Constitución y de garantía de que los Poderes del Estado ,las Cortes generales y los Parlamento Autonómico se atengan al principio de separación entre los poderes constituidos y el poder constituyente ; una separación que desaparece cuando los poderes cosntituidos actuan violando los principios constitucionales ..
El Tribunal Constitucional está legitimado , plénamente , para desarrollar importantísimas funciones en el ámbito de control de constitucionalidad de las leyes centrales o autonómicas como garantía del equilibrio de poderes. Vertical y horizontal .
Resulta , cuanto menos , "chocante " los algo más que intentos de ninguneo o aniquilamiento que se está produciendo en las recientes legislaturas por parte de quien más respeto debiera mostrár hacia él ..
Hubo untiempo en el que el T.C. proyectó una imagen de autoridad constitucional y una exquisita neutralidad política pero la pelea a cara de perro en la que se ha convertido la política en las últimas legislaturas ha afectado muy negatívamente a este Tribunal al ser utilizado como árbitro en las disputas políticas ,lo que ha traido una merma en su " auctoritas " puesto que la imagen que está proyectando es la de guiarse por ,espurios , intereses políticos con una parcialidad , cuanto menos , sonrrojante .
Como prueba de lo afirmado , podemos rememorar el akelarre producido con ocasión del nuevo Estatuto de Autonomía de Catalunya : el interprete último de la Constitución entró en las luchas partidistas mandando al guano toda su neutralidad y su sentido de Estado convertido en un estercolero de parcialidad .
La obsesión del P.S.O.E y el P.P. por controlar al Tribunal Constitucional y la entrada del propio Tribunal a todos los "trapos " que le ponen delante implicándose en todas las peléeas de la arena política han traído al actual desprestigio , por perdida de auctoritas del Tribunal .
Hemos asistido , estamos asistiendo , a una guerra interna en el T.C. y a su pasividad ante las acciones de los partidos políticos intentando , por todos los medios , condicionar sus decisiones . Ello ha llevado a los ciudadanos a ver sus decisiones - las del T.C. - no como fruto de un juicio de constitucionalidad o inconstitucionalidad y si como un respaldo a las decisiones políticas
La ciudadanía tiene la percepción que la Justicia , "elevando el tiro", y tomando la parte por el todo , de que está politizada y el principal responsable de esta situación lo es el propìo T.C. por su falta de valentía , sus torpezas a la hora de cumplir las áltas funciones que la Constitución le marca .
No puede haber un sistema de justicia constitucional que funcione si los partidos políticos , se empeñan en dirimir sus diferencias en el ámbito de la jurisdicción constitucional utilizando el recurso , in abstracto , de inconstitucionalidad para solventar sus diferencias : el "recurso de inconstitucionalidad " se estableció para dirimir interpretaciones constitucionales pero no para que los perdedores en un proceso legislativo contiúen su " guerra " política convirtiendo al T.C. en un instrumento para el que no fue creado.
El proceso de designación de magistrados del T.C. , que deben ser elegidos por las Cortes Generales , y del Consejo General del Poder Judicial , los partidos políticos lo han convertido en la casa de "¡ tócame Roque !" montando un bochornoso espectáculo cada vez que es preciso la renovación de sus miembros : intentan forzar nombramientos que les pueda favorecer en sus guerritas .
Eñl sitema de " cuotas " se ha retorcido hasta tales extremos que se " negocia " la renovación y designación como un único " paquete " en órganos que tienen una muy diferente naturaleza y fin que el Tribunal Costitucional : el espectáculo de chalaneo en el " reparto de cuotas " ( Consejo del Poder Judicial, Tribunal de Cuentas , etc ) es indecente dekando bien a las claas que la intención de los partidos no es otra que meter ( calzador incluido ) a los suyos en todos los organismos para premiar fidelidades políticopersonales y , así , conseguir que los magistrados , en su respectiva jurisdicción , actúen al servicio de los intereses de quienes les promocionaron .
En la próxima entrada hablaré de la DESCENTRALIZACION
Sigue ...
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